Joven lleva más de 45 horas sobre un árbol para impedir su tala
172 árboles serán derribados en una institución educativa de Bucaramanga.
En huelga de hambre, y pasando las noches y los días en la copa de uno de los árboles de la Escuela Normal Superior de Bucaramanga ha estado por más de 45 horas el joven David Guerrero.
Guerrero tomó la decisión de subirse al árbol con seis metros de altura para impedir que se tale la especie Mamoncillo y otros 172 árboles que serán derribados en la institución educativa por una orden del Tribunal Administrativo de Santander, para dar paso a las obras del Intercambiador Mesón de los Búcaros.
Una hamaca, su celular y una botella de agua son los tres elementos que han acompañado al líder ambiental en la protesta pacífica que tiene como objetivo impedir la tala de árboles en la zona, y que se obtenga un documento en donde se pacte que los ejemplares de más de 50 años no se seguirán talando.
“Ha sido difícil, de hecho varias personas han pasado la noche conmigo desde la carretera para seguir motivando esta causa que no es mía, es de todo y para todos, lo que pedimos es que se comprometan con un documento a que éste y otros árboles no serán derribados como lo hicieron con las otras especies”, indicó Guerrero.
La Cruz Roja ha hecho presencia en el lugar para brindar atención médica al joven protestante quien asegura que no se bajará de la copa del árbol hasta que no se rediseñen los planos de la obra y se proteja la naturaleza.
“Me han revisado y he tratado de quedarme dormido pero me despierto porque es riesgoso hacerlo, permanezco con agua y en pie de lucha en este lugar desde donde veo el panorama desolador que ha dejado la tala de árboles”.
En un acto de apoyo y solidaridad, cinco estudiantes del grado once de la Escuela Normal Superior de Bucaramanga decidieron atarse a varios árboles del bosque verde de la institución educativa para seguir el mismo objetivo de impedir la tala de las especies.
El lío jurídico en la institución académica se da a raíz de la construcción del Intercambiador Mesón de Los Búcaros cuyo diseño incluye la tala de 120 árboles de la Escuela Normal Superior para diseñar, y habilitar el paso vehicular en la zona, decisión que ha sido rechaza por la comunidad académica desde hace más de tres años.
