Sanandresito espera a que le llegue la Navidad
Este conglomerado de pequeños centros comerciales ha visto disminuciones en sus ventas de hasta un 70%.
Como muchos otros sectores de la economía bogotana, el Sanandresito de la calle 38 -ubicado en el occidente de la ciudad- viene reactivándose a cuentagotas. “El comercio era anteriormente muchísimo mejor de lo que estamos viviendo hoy en día”, dijo un vendedor de tecnología.
“Da miedo porque esto está solo”, agregó una persona encargada de cuidar carros, mientras que una mujer que vende elementos de cuidado femenino dijo que “esto está empezando un poco despacio, pero estamos esperando que con la ayuda de Dios esto se va a mejorar”.
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San Andresito ha hecho la compleja tarea de evitar ser foco de infección por covid-19. Quienes conocen las instalaciones del sector saben que la mayoría de sus locales están en zonas cerradas, laberintos de locales en vidrio, por los cuales los cuidados deben ser altos.
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Es por eso que nadie puede entrar a ninguno de los centros comerciales sin que se le haya monitoreado la temperatura y haya desinfectado sus manos. Solo está habilitada una entrada en cada bodega y una persona vigila que no se sobrepase nunca el aforo permitido para mitigar el riesgo.
Don Luis Sastoque tiene un parqueadero informal en la calle, hace años: “Estos días ha estado solo, solo”. Y repitió la misma palabra cuatro veces, enfatizando en que antes de la cuarentena la imagen era mucho más prometedora para su oficio.
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Le preguntamos cuánto sacaba antes por un buen día de trabajo en comparación con su situación actual y aseguró que “sacaba 60.000 (pesos), ahora me llevo 20.000 (pesos), cuido los carros de la gente que se queda todo el día”, o sea que no cuida carros de clientes sino de dueños de almacenes.
La imagen de una calle 38, poblada únicamente por decenas de personas en los andenes vendiendo radios para carro o plumillas para los parabrisas, contrasta con el bullicio anterior a la pandemia. Los vendedores a la vera del camino parecen esmerarse mucho más por arañar una venta, debido a los pocos carros que circulan.
“Nos ha ido más o menos, el tema de la cuarentena sí nos achicopaló bastante, por decirlo así. Hubo muchas pérdidas y la gente estaba esperando esto para que todo el mundo vendiera y se llenara los bolsillos de plata, por decirlo así”, dijo Elkin Guevara.
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La esperanza está en la Navidad: “Tener buena actitud, es lo primordial”, concluyó Elkin. “Esperemos que nos vaya bien “agregó Martha, en un local solitario.
“Sí, se veía más gente, claro, sé vendía más”, recordó Martha sobre lo que pasaba hace un año en ese sector icónico de la economía popular bogotana. Puntualizó que sus ventas se han reducido en cerca de un 70%.
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Pero la Navidad ya llegó para algunos de los locales de San Andresito. A los locales que se dedican a las ventas de artículos de época decembrina, les está yendo bien. Las razones las explica Marcela, propietaria de uno de ellos.
“Pues hasta el momento todo está viniendo antes de que comience la temporada alta porque precisamente la gente no quiere venir en tumulto” indicó.
Añadió que, “además, muchas personas no van a poder viajar este año y quieren decorar bonito porque van a estar en sus casas, están apartando su navidad con tiempo para dejar sus casas bonitas”.
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Sin embargo, a este lugar llegan cada mañana, los cuidadores de carros, los tinteros, la venta de lechona, los que venden llantas, radios, memorias USB llenas de música, todos esperan que la situación mejore en navidad y el fin de año sea mejor que el resto.
RCN Radio
